El acero inoxidable se compone de una aleación de carbono y hierro (Al menos un 10,5 % de cromo y un máximo de un 1,2 % de carbono). Esto se combina con otras aleaciones como el níquel y el titanio para mayor durabilidad y otras ventajas.
Aparte de su durabilidad y bajo mantenimiento, el acero inoxidable es un excelente material para la joyería porque puede tener una variedad de acabados, que incluyen el cepillado, grabado, mate y brillante. También se usa a menudo en el diseño de interiores, el mobiliario urbano y los utensilios de cocina.